Torres, castillos, murallas y otros ejemplos de arquitectura militar,5 así como las propias ciudades amuralladas (encastillamiento) son muy características de la Edad Media.
Las fortificaciones y sus elementos funcionales o decorativos (almenas o merlones, torreones, bastiones, barbacanas, fosos), así como la forma y tamaño de los vanos, se fueron adecuando a la tecnología militar de cada época. A veces se utilizaban con criterios iconográficos, indicando con su forma determinadas cuestiones identitarias, como las almenas güelfas y gibelinas, o las saeteras cruciformes.
Las fortificaciones y sus elementos funcionales o decorativos (almenas o merlones, torreones, bastiones, barbacanas, fosos), así como la forma y tamaño de los vanos, se fueron adecuando a la tecnología militar de cada época. A veces se utilizaban con criterios iconográficos, indicando con su forma determinadas cuestiones identitarias, como las almenas güelfas y gibelinas, o las saeteras cruciformes.